CAVITACIÓN ESTABLE: Consiste en generar microburbujas y sobre estas se aplicarán sonidos de múltiples frecuencias lo que provocara alteración en los adipocitos, conduciéndose degradación y facilitando la eliminación por medio del sistema linfático.

ULTRA CAVITACIÓN:  Actúa sobre la zona localizada aplicando ultrasonidos de baja frecuencia que rompen el tejido graso sin afectar a la circulación.

DOBLE CAVITACIÓN: Esta genera dos ondas de distinta frecuencia que elevan la temperatura interna. Provocando se acumule la energía y se rompa el tejido adiposo. A frecuencias más bajas se producen ondas que pueden penetrar en los tejidos con mayor facilidad obteniendo mejores resultados.

Con esta técnica podemos disminuir considerablemente el tejido adiposo, ya que a través de la implosión se provoca su destrucción y con el drenado su eliminación por sistema linfático y urinario.

Al disminuir el grosor del tejido adiposo exponemos el musculo cada vez más con la piel de modo que serán notorios los contornos y fascias naturales de la musculatura, pero si a esto agregamos la ejercitación (Esto hace que el musculo crezca), los cambios serán mucho más rápidos o más evidentes.

Tenemos que considerar que biológica mente la zona abdominal es una reserva de grasa que aun con un peso ideal esta seguirá acumulándose como sistema de protección por lo cual debemos cuidar la alimentación y los hábitos para preservar los resultados. También debemos considerar que en ningún momento podrá sustituir la liposucción, debido a que en ella las cantidades de tejido adiposo a extraer son mayores.

Para este procedimiento ocupamos un mínimo de 7 sesiones que pueden hacerse 2 a la semana y la ingesta de agua natural para ayudar a eliminación por el sistema urinario.